Ser un tal por cual

Soy una raya en el mar

Antes solamente era uno más de los mestizos nacidos en el laberinto urbano de la Ciudad Monstruo México que es el ombligo del mundo. Pero desde el año uno de la pandemia global del coronavirus soy también un alien exiliado desde Oaxaca para ser residente en territorio Arapahoe Cheyenne a quienes pido permiso.

Sin pena ni gloria, hoy puedo ser identificado oficialmente con un número de seguro social, una tarjeta verde y un reporte de vacunación aunque yo creo que la mezcla de culturas que fluye por mi sangre dificilmente las puedes acomodar en conceptos como nacionalidad o bandera.

Pienso cantinfleando

Mi filosofía es un sistema complejo con divertidas fisuras : primeramente intento soñar a colores y luego razono dibujando. Voy entonces por la vida coleccionando sonidos para inventarme clasificaciones antropológicas que me permitan crear artesanías audiovisuales. Míralas, suenan a radio teatro con sombras descompuestas.

Mi planeta parece espejo humeante

Tengo devoción casi religiosa por la comunicación acústica y mi pasión deportiva es remezclar los simbolos de la mitología latinoamericana con la Astronomía y la Ciencia Ficción. Desde mi primera adolescencia voy construyendo un panteón literario donde confabulo con Cortázar, Atwood, Neruda, Le Guin, Bradbury, Asimov, Sábato, Rulfo, Murakami, Jodorowsky, Orwell, Borges y muchos escritores de la diáspora migrante del sur global.

Amorcito corazón

Sincerado en plenitud, agradezco a todas las escuelas públicas, cine clubs universitarios, radiodifusoras, casas de la cultura, ateneos libertarios y bibliotecas que modelaron mi gusto hipermoderno con estética decolonial porque hoy puedo hablar en dos idiomas y leer en tres o cuatro. Aprendí inglés escuchando Rock and Roll y por eso creo que tu puedes aprender español escuchando tecnocumbia o leyendo poesía Xicana Cyberpunk.

Despierta, estas son las mañanitas

Quisiera ser solecito pero antes de dormir pienso en que si el blanco es la suma de todos los colores, el futuro de la civilización humana es negro como la noche y moreno como el color de la tierra.

Así nomás